Un león dormido y un dragón
inquieto se detienen por aquel camino que construye mi corazón con la confusión de mis pensamientos donde el rey es mi cerebro y su guerrero la locura cargada de ideas que
pasan a diferentes velocidades como unas ráfagas de fuego intenso que brilla en
ese negro espíritu que carcome aquel hermosos jardín donde un abismo es el primer salto para su llegada y el color
junto a la belleza es el premio, donde tus ojos de cristal y tu misteriosa sonrisa
es el primer rayo de luz que
penetra mi cuerpo, y el último destello de la luna pasando mi mente cuando
duermo, apareces hermosa princesa en mis sueños y te conviertes en un destello de estrellas que me
manda a un espacio en donde no siento incomodidad y me siento libre, se puede ver el gran y hermoso jardín de rosas arcoíris
y también un camino de rosas azules por
donde paso tranquilo y en paz junto a la princesa que tomo una de las llaves de
mi corazón domo al león y despisto al dragón para llegar donde me encuentro.
Escrito por: Arles Fernando
Zambrano Pérez
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