Estas fueron las palabras que a lo
lejos se escucharon para entrar en busca
del corazón de oro, se abrirán y cerraran las celdas para dejar que pasen al jardín sin ponerles ningún obstáculo cuando
estén abiertas cosa que no suele pasar, pero si conquistan mis ojos una oportunidad se
puede presentar ya veremos si pueden entrar al templo del corazón dorado, pero
cuidado un gran dragón con magia en sus ojos y un poderoso felino sagrado en la entrada a
sus aposentos están esperando una valiente Ángel o una valiente Demoniza
que domine las bestias y consiga acariciar
aquel corazón.
Escrito por: Arles Fernando Zambrano Pérez
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