Unos ojos que podían descubrir encantos, un riesgo porque su belleza por si sola le había parecido peligrosa, belleza que se aferraba como un veneno
Pero liberar ese veneno tenía un precio por eso experimentaba un furioso resentimiento contra su persona, orgullo que le salvaba y al mismo tiempo le condenaba
Ambos estaban acostumbrados a esos cambios repentinos de la luz a la sombra y de la sombra a la luz, estas casuales transmutaciones representaban para los dos la sal de la vida
Leyó su destino por cierto instante en los ojos de este maravilloso ser, sellaron con un pacto y parecía estar escrito que correrían juntos o separados a la catástrofe
Miedo y veneno escurriendo por múltiples poros de ambos cuerpos, en el fondo el olor de escándalo que rodeaba estas singulares personalidades era tanto fruto de sus actos como de la frustración, el destino solo se encontraba en una línea que por momentos chocaba entre estos dos seres
Tenían que aceptar esa angustia tan particular que procuraba el irrevocable abandono de ellos mismos a los impulsos del corazón dando como resultado solo veneno.
Escrito por: Arles Zambrano
No hay comentarios:
Publicar un comentario